Nuestras chicas nos cuentan cómo pasan ellas los días de otoño
Cuando decidí venirme a pasar unos meses a Inglaterra todos mis amigos me decían lo mucho que iba a terminar echando de menos el sol de España y la comida. Aunque lo de la comida es un tema aparte, lo cierto es que a mí ¡me encanta la lluvia! No me gustan esos vendavales en los que la lluvia se mezcla con un viento furioso capaz de doblarte el paraguas en una sola ráfaga. Pero la lluvia suave me parece de lo más relajante.
Supongo que ayuda mucho el hecho de trabajar desde casa. La ventana al lado de la cual me siento para escribir da a un parque precioso que justo ahora está lleno de hojas doradas, y la lluvia le da el toque otoñal perfecto.
Como no podía ser de otra manera, los británicos están muy bien preparados para lidiar con esta climatología —de otro modo poca vida social iban a poder hacer por aquí durante la mayor parte del año—, y es fácil encontrar en muchas tiendas una gran variedad de prendas específicas para la lluvia. Ya me he hecho con un chubasquero y un trench, y el próximo fichaje van a ser unas botas de agua de estampado divertido, perfectas para poner un poco de color a los días nublados. Nunca me había planteado comprarme unas porque me daba la sensación de que no las iba a amortizar del todo en España, pero está claro que si no les saco partido aquí en Inglaterra, ¿dónde si no? ¡Ahora tengo la excusa perfecta para darme el capricho!
Lo mejor para la lluvia es que no haya lluvia. Vale, no, pero se me hace un poco difícil ponerme positiva respecto a los nubarrones con el solecito dándome en toda la cara ahora mismo por la ventana. Si es que me gustan demasiado el sol y la luz, aunque he de reconocer que si estoy perezosa y hace un día súper soleado me siento mal al quedarme en casa leyendo. Así que bien por los días de lluvia que se pueden pasar en pijama leyendo. Y si hay que salir (a la fuerza, porque por voluntad propia nadie sale si llueve como si lo fueran a prohibir) mi recomendación principal es que llevéis calcetines gordos. De los de nieve. De esos que te compras en tiendas de deportes de invierno. Que si llevas botas de agua, da igual porque no te mojas, pero si vas con deportivas y esos calcetines gordos ¡tampoco! Creo que es el mejor descubrimiento que he hecho yo ante la lluvia, el frío o lo que venga. Creo que los llevaré en mi boda también, por lo que pueda pasar.
Hoy es un día de lluvia. ¿Y qué hace Ximena en un día de lluvia? Organizar la agenda para terminar todo pronto y poder meterse en la cama a una maratón Netflix, una sesión de lectura de todos los libros que tengo en la fila o un buen sprint de los varios cursos que voy haciendo ¡y en los que necesito seguir avanzando!
Los puntos 2 y 3 me llevan al tema importantísimo de SIEMPRE estar al día con eso que amas, en nuestro caso, nuestro emprendimiento. Hace años dejé las lecturas de novelas y ficción para las vacaciones y el resto del tiempo leo sólo libros relacionados con business, emprendimiento, marketing... pero en tu caso, ¿cuál es tu pasión? ¿Qué te encanta? Empieza a leer todos los libros que puedas sobre el tema. Lo mismo con los cursos. Es importantísimo mantenernos al día con aquello que amamos, sobre todo si hemos hecho (o queremos hacer) de ello nuestro negocio. El mundo se mueve rápido y no hay nada como refrescar todo lo que sabemos constantemente para ser realmente la mejor fuente disponible de ese tema para nuestra tribu. SIEMPRE se aprende algo nuevo. Y lo mejor es que, como es tu hobby, nunca se siente como un deber.
Otra opción que me encanta y me llevo a todas partes, sobre todo si está lloviendo y me tengo que quedar en casa, ¡son los podcasts! Soy una gran consumidora de podcasts (de nuevo sobre mi tema preferido y también sobre deporte que es mi otra obsesión). Los puedes escuchar y aprender 'on the go' casi sin darte cuenta y estés donde estés. Y si quieres empezar a escuchar un podcast (o necesitas una nueva recomendación para estos días de lluvia) te recomiendo el mío, por supuesto, Asalto Emprendedora. ¡Todos los episodios te están esperando justo aquí! Ahora sí, ¡Que llueva!
La semana pasada, durante un día de lluvia en Suiza, nos fuimos al museo de diseño Vitra y aproveché para tomar muchas fotos para ir sacando poco a poco en Instagram. ¡Una idea genial!
Por fin tenemos frío y lluvia y apetece estar en casa y aprovechar el tiempo mientras vemos caer la lluvia tras los cristales. Porque ese es uno de los grandes placeres que nos da la vida, somos unos privilegiados y a veces no nos damos cuenta, pero tener la posibilidad de estar en un sitio acogedor, confortable, y que la lluvia no nos moje si no queremos, es algo tan grande y nos sitúa en un lugar tan especial en el mundo, que con solo pensarlo unos segundos deberíamos ser felices.
A mí la lluvia me gusta. Cuando era pequeña recuerdo que pasaba horas mirando por la ventaba y que estaba siempre cruzando los dedos cuando llovía para que no parase y poder hacer el camino al colegio bajo la lluvia. En uno de los viajes que mi padre tuvo que hacer por trabajo, cuando era una niña, le pedí como regalo “un paraguas bonito”, y él me trajo el más precioso que encontró y pasé horas y horas bajo la lluvia, con las botas de goma y debajo de las canaletas de las que más agua caía. Por llevar mi paraguas. Y era feliz.
Si llueve, intenta disfrutar el momento. Si tienes que salir, coge un paraguas bonito y elige un estilismo de lluvia; si puedes estar en casa y es de día, aprovecha para saborear un buen libro, con las persianas bien levantadas para ver caer el agua; y por la
noche, si llueve, quédate un rato intentando no dormir en la cama, porque no hay sonido más reconfortante que el de una buena tormenta cuando puedes elegir no mojarte.
Encarni Ortiz de Estilo a pie de calle
¡Me encanta la lluvia! No podría imaginar un tema mejor para estrenarme en este fantástico espacio ;) Y es que sí, soy de esas personas kamikazes que en cuanto ve que empieza a llover se pone su abrigo más gordo y se calza sus botas de agua favoritas y va por ahí a saltar en los charcos. ¡Es realmente desestresante! Además, la lluvia es una excusa perfecta para sacar del armario esas prendas reservadas en exclusiva a los días otoñales. Y cuando vuelves a casa, ¿qué mejor que acurrucarte y ponerte a leer un buen libro con una taza de café?
Lo reconozco, la lluvia me inspira y es en esos días cuando me pongo a escribir, pintar y todas esas cosas que suelo hacer cuando estoy sola en casa sin ninguna distracción. Y cuando llega el final del día, ¿a quién no le encanta dormir con el sonido de las gotas de agua golpeando de fondo el cristal de la ventana?
¿Queréis saber un secreto? Me encanta la lluvia pero odio los paraguas, por lo que normalmente llego a los sitios empapada –pelo incluido– pero la mar de feliz (nunca mejor dicho). ¡A disfrutar del otoño!
