El sexo a los 40, el mejor de todos
Descubre por qué
La barrera de los 40 años se ha visto tradicionalmente como un punto de inflexión en el que pasamos de la juventud a nuestra madurez.
Y sin duda, somos más maduros y más sabios que cuando teníamos 20 años, pero crecer no tiene porque ir acompañado de una vida sedentaria o aburrida.
Hablemos de sexo a los 40. Puede que ya no tengamos el fulgor y las ansias de un adolescente, pero ganamos en otros muchos aspectos. Veamos algunos pros de nuestra vida sexual en la cuarta década de nuestras vidas.
Mayor conocimiento de nuestro propio cuerpo. La locura de nuestra juventud es sustituida por una mayor inteligencia emocional, lo que se traduce en unas relaciones sexuales más placenteras.
A los 40 sabemos perfectamente qué cosas nos excitan, qué cosas sobran en nuestros encuentros y cómo podemos exprimir cada relación sexual para sacar el máximo partido.
Mayor conocimiento del cuerpo de nuestra pareja. Para la mayoría de las personas, sus primeros encuentros sexuales estaban llenos de pasión, pero también de una incertidumbre y una torpeza digna de alguien que no tiene mucha experiencia en el asunto. Con la edad, comprendes mejor cómo excitar a la persona que tienes delante. Y mientras más disfrute tu pareja, más te hará disfrutar ella a ti.
Mayor placer. Sabemos gracias a un estudio del Instituto Kinsey de la Universidad de Indiana que durante nuestros años mozos, de los 18 a los 24 años, tan sólo un 60% de las mujeres alcanza el orgasmo durante una relación sexual. A partir de los 40 esa cifra sube por encima del 70%, así que sin duda vamos a mejor.
Menos perder el tiempo. Más conocimiento implica mayor capacidad de separar el grano de la paja. Menos perder el tiempo con personas que no nos interesan y más apuntar directamente a lo que deseamos. Esa seguridad nos hace más poderosos.
Mayor atrevimiento. Aunque durante nuestra juventud somos más fogosos, es en nuestra madurez cuando somos más atrevidos y aventureros. Tenemos menos miedo de romper las barreras y experimentar con nuestro cuerpo. Sabemos, por ejemplo, que las mujeres de más de 40 años son las principales compradoras de juguetes sexuales del mercado.
Mayor espectro sexual. Los adolescentes suelen limitar el sexo a la penetración, lo que no es algo negativo, pero sin duda se pierden la mitad de la diversión. Cuando alcanzamos la madurez entendemos que una relación sexual no se limita a un revolcón rápido, sino que nos tomamos nuestro tiempo para realizar un mayor número de prácticas que no tienen porque acabar con un orgasmo rápido.
Son muchos los estudios, encuestas y voces de la experiencia que nos dicen que la verdadera diversión comienza a los 40, así que no debemos tener miedo al futuro.
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Redacción COSMO
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