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Acoso laboral: qué es y cómo detectarlo

Una lacra en el trabajo

17/11/2020
acoso_laboral


El acoso laboral, o mobbing, no es solo una lacra que puede perjudicarnos en lo laboral y en lo personal. Está también tipificado como delito en el Código Penal, por lo que erradicarlo ha de ser el objetivo de cualquier empresa.

Aquellos que suelen ejercer acoso sobre subordinados o compañero suelen moverse en la fina línea entre un trato severo y disciplinario y lo que puede declararse como delito, así que nuestro primer objetivo es definir correctamente lo que constituye un acoso laboral.


¿Qué es el acoso laboral?


Es el trato hostil, vejatorio y personal que sufre una persona en el ámbito laboral. Aquel que atenta contra la dignidad, igualdad, honor, intimidad o la propia imagen de un trabajador y es ejercido por una persona del mismo ámbito laboral.

Como decíamos, no solo se trata de conductas recriminables dentro del ámbito de la propia empresa, sino que están recogidas como delito en el artículo 173 del Código Penal español. Las empresas tienen la obligación de detener el acoso una vez sean conscientes de que se produce.


Imagen Vía


¿Cómo identificar a un acosador laboral?


El acoso laboral puede ser de dos tipos: personal o público. En el primer caso el acosador esperará a que su víctima esté sola para no tener testigos y ejercerá el acoso a sabiendas de que si es denunciado, la víctima necesitará pruebas que normalmente no estarán a su disposición. Aún así, la única vía recomendable es denunciarlo ante un superior para que tome cartas en la vigilancia de esa persona y entreviste al acosador para conocer su punto de vista.

En caso de que el acoso sea público tendremos más fácil su identificación. El acosador intentará minusvalorar, vejar o insultar a la víctima ante sus compañeros para buscar la complicidad de estos.

Puede actuar usando el desprestigio a nuestro desempeño laboral o en nuestra conducta en las horas en las que estamos trabajando. 

Legalmente, todo toque de atención que necesitemos oír acerca de cómo trabajamos tendrá que venir por parte de nuestros superiores o responsables, usando las vías de comunicación oficiales, sin hacer partícipes a los demás trabajadores y con la educación y el respeto a la dignidad humana que todos merecemos, evitando toda crítica personal que no esté relacionada con nuestro desempeño.


Las herramientas de un acosador laboral


Como hemos aclarado en el anterior punto, todo ataque personal ha de tipificarse como acoso laboral, como insultos a nuestra persona o aspecto.

La intimidación suele ser una de las armas más usadas en el acoso. Toda amenaza, por muy velada que sea, es acoso laboral. Si tenemos que corregir nuestra conducta se nos notificará por los medios oficiales, nunca con reproches a lo personal o faltas de respeto. Si se nos amenaza con despido, se ha de dejar muy claro cuáles son los objetivos laborales que no estamos cumpliendo, concretando todo lo posible con el fin de que los corrijamos por el bien de nuestro desempeño.

El aislamiento es otro de los factores que señalan un acoso. Hacer su ataque público y con el fin de convencer a nuestros compañeros de trabajo que merecemos no solo el acoso, sino también la soledad en nuestra posición. El acosador buscará el beneplácito de otros para reforzar su postura y la fuerza, en números, de su ataque.

Este aislamiento puede producirse por ataques directos y públicos, pero también haciendo correr rumores a nuestras espaldas y generando una atmósfera de rechazo a nuestro alrededor de la que no seremos conscientes a menos de que así lo quiera el acosador.

En caso de que el acoso provenga de un superior, este puede ejercerlo impidiendo que cumplamos con nuestras obligaciones: boicoteándolas, no proporcionando las herramientas correctas, evitando que nos llegue trabajo... En este caso debemos escalar el problema e informar a su superior.


Imagen Vía


Cómo actuar ante el acoso laboral


Tenemos cuatro vías para intentar solucionar el problema.

1. Informar a nuestros superiores siempre que ellos no participen en el acoso. En ese caso, como hemos dejado claro en el punto anterior, recurrir a sus superiores.

2. Recurrir al departamento de personal o recursos humanos, notificando el acoso y pidiendo una mediación entre ambos trabajadores.

3. Recurrir al sindicato. Están ahí para solucionar problemas como este.

4. Recurrir a servicios de mediación externa ajenos a nuestra empresa, en caso de que no podamos recorrer otra vía.


El acoso laboral es un delito y puede hacer sentirnos solos y sin posibilidad de escape, pero por nuestro bien, por el de nuestros compañeros y por el de la propia empresa es necesario que actuemos contra el.

Imagen de portada Vía






 

Manuel Varela
Redactor web


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