El sol que nos da la vida durante los meses más calurosos del año puede convertirse en nuestro enemigo tras el verano: el abuso del sol deja huella en nuestra piel pero afortunadamente la medicina estética ofrece varios tratamientos adaptados a estas situaciones. A continuación te brindamos los
tratamientos faciales más exitosos.
Microinyecciones de ácido hialurónico
Estas microinyecciones realizadas en mesoterapia o, en su caso, mediante cánula, también denominada Skinbooster, devuelven elasticidad, hidratación profunda y luminosidad a la tez. Al actuar sobre la calidad de la piel y al estar enriquecidos con antioxidantes, estimulan la producción de colágeno.
También permiten la hidratación desde el interior: así, la piel queda tersa y flexible. Estas propiedades les confieren un beneficioso papel preventivo antienvejecimiento desde edades tempranas. Ahora hay disponibles varios tipos de Skinbooster: Volite, Hydromax o Vital para borrar las líneas finas en las mejillas y alrededor de la boca. Se recomienda seguir un protocolo de tres sesiones con un mes de diferencia o cuatro sesiones al año según la indicación.
Las inyecciones de botox
Debido a que el sol nos hace arrugar los ojos y acentúa nuestras arrugas, las inyecciones de ácido hialurónico y/o botox al inicio del curso escolar son una buena solución. Las inyecciones de Botox permiten borrar las arrugas en la parte superior de la cara: líneas de expresión entre los ojos, las arrugas de patas de gallo en la comisura de los ojos, las arrugas frontales que dan una apariencia severa. Gracias a las inyecciones de Botox, la mirada crece, la frente se alisa sin congelamiento y el paciente luce descansado. Se puede complementar con inyecciones de ácido hialurónico para la parte inferior del rostro, alisando las arrugas del el surco nasolabial, realzar pómulos caídos y rellenar labios deshidratados y afinados.
Exfolia tu cutis una o dos veces por semana
Cuidar tu piel también pasa por pasar por la caja de exfoliación. Pero, ¿qué es exactamente? Una o dos veces por semana, es muy bueno ofrecer una exfoliación suave, adaptada a tu piel. Es muy sencillo: basta con aplicar exfoliante en la yema de los dedos y realizar pequeños movimientos circulares sobre la piel. Puedes optar por un exfoliante fisiológico, más suave y respetuoso con la piel.
¿Por qué utilizar la exfoliación para cuidar tu piel? Los beneficios son numerosos: refinaa la textura de la piel y la suaviza, hace que la apariencia de la piel sea menos opaca; elimina las células muertas y la piel; destapa los poros; facilita y mejora la hidratación de la piel. Si la exfoliación te permite cuidar la piel, conviene seguir escrupulosamente los consejos de práctica y, sobre todo, de frecuencia. Demasiada exfoliación puede provocar una sobreproducción de sebo y dar un aspecto brillante, especialmente a la piel grasa. Por el contrario, la piel seca correría el riesgo de secarse o incluso irritarse por un cuidado demasiado frecuente. También se debe tener en cuenta que durante la exfoliación, se recomienda evitar el área de los ojos.
Desmaquíllate antes de dormir
Como hemos dicho, cuidar tu piel requiere una limpieza frecuente, especialmente del rostro. Del mismo modo, es fundamental desmaquillarse a fondo todas las noches, antes de dormir. Después de un largo día, el maquillaje puede haberse mezclado con sebo, transpiración e impurezas externas. Por ello es importante liberar la piel del rostro de todo esto para evitar la obstrucción de los poros y favorecer la aparición de acné.
Para desmaquillar y cuidar tu piel, es recomendable recurrir a un limpiador oleoso ligero, sin perfume ni alcohol. Este producto hace que sea muy fácil eliminar el maquillaje pero también otras impurezas acumuladas. Sobre todo, desmaquillará el rostro sin resecarlo y conservando la película hidrolipídica que recubre y protege la superficie de la epidermis.
Redacción COSMO
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