Gemma Mª, de Almería:

Nos conocimos a través de facebook por un amigo en común, después de varios meses chateando decidimos quedar con los nervios propios de la ocasión me puse mis mejores galas, taconazo incluído, por supuesto. La noche no empezó bien, llovía y decidió llevarme a un restaurante muy coqueto por la zona antigua de la ciudad la cual tiene el suelo de piedras... a la salida el tacón se me quedó entre dos piedras, intenté disimular y tiré fuerte... tanto que caí de bruces... la rodilla echa una pena, un agujero en la media y el tacón roto... pero, salvo por este "pequeño" percance la cita fue genial :)

Mercedes, de Alcalá la Real:

Después de estar casi un año chateando con un chico del cual estaba locamente enamorada resultó ser mi vecino!!
Nos tomamos un refresco en 5 minutos y a penas hablamos, estábamos muertos de vergüenza.
Esto ocurrió hace unos 10 años y aún cuando nos vemos es una situación un pelin incomoda.

Aurora, de Santa Cruz de Tenerife:

Pues cuando tenía 19 años quedé con un chico del chat..despues de algunos meses chateando. Pues estabamos en una cita romantica en la playa..y cuando llegó el momento de darme un beso, me escupió en un ojo!!! A día de hoy todavía no sabe por qué lo hizo,yo me quedé enamorada desde entonces jajaja ahora 10 años después seguimos juntos y tenemos una niña jiji...

Lucía, de La Coruña:

Había un chico en la facultad que me caía genial pero con el que no quería tener nada más. El insistía y como nos veíamos a diario y yo no quería aquella tensión finalmente le dije que me gustaban las chicas. Tiempo despues, yo ya había olvidado todo aquello, me queje de lo inexistente de mi vida amorosa. El para echarme una mano me preparó una cita con alguien que dijo era perfecto para mi. Pasé la noche más rara y divertida de mi vida, entre bares de ambiente y un montón de chicas que me hiv¡cieron reir a cada rato. Eso si, triunfar no triunfé.

José, de La Coruña:

Para hacer la velada más dinámica y evitar vacios tensos decidí llevarla de cortitos y pinchos, cambiando cada poco de bar. En el primero un chico chocó conmigo y me tiró un refresco, en el segundo fue el camarero el que me regó y cuando en el tercero se tambaleó su vaso y me salpicaron unas gotas de cerveza le dije: "ya ves cual es mi problema: no puedo sacarme la bebida de encima" Al fin eso la hizo reir y empezamos a congeniar.