Ultima llamada a los pasajeros... el sonido de los altavoces me abruma, es el momento decisivo que he estado temiendo la ultima semana. Él coge sus escasos recuerdos y se coloca en la fila que desata mi congojos. Mi corazón empieza a trotar desaforadamente en su dirección, mi mente, por el contrario, escapa hacia mi hogar, mi familia, mis amigos... estoy dividida, ¿dar un salto de fe o no arriesgar en esta partida? después de todo con la tecnología actual... ¿pero y su tacto? ¿y sus besos? ¿seguir sin él? Ufff, entrega el billete y lo sé, se que nada va a cambiar con la distancia.
Sí. Si tuviera empleo seguramente esperaría hasta encontrar otro donde estuviera él, pero no me iría con los ojos cerrados a menos que el sitio no me gustara. Entonces me iría allí e intentaría por todos los medios hacerlo volver a casa o a irnos a cualquier otro sitio.
Me iría al fin del mundo, ya que una vida sin amor no es vida, y si hay que recorrer el mundo de cabo a rabo por esa persona se recorre.
No me iría, porque tengo un buen trabajo aquí. Conforme están las cosas, es más fácil encontrar otro amor que otro curro.