Hace poco, en un viaje al norte, comiendo notamos que Don Bimbas se inclinaba por las gambas. Vamos, se inclinaba literal, lanzándose en plancha.
Ayer le tuve que pelar todas las gambas del arroz que hizo mi madre.
Esta noche la paso separada de mis hijos. Están en Madrid con el Señor de las Bestias, quien me cuenta que el pequeñito se ha puesto morado de bígaros, cigalas y gambas. Más tarde me manda esta foto:
Está como una boa, haciendo la digestión.
Don Bimbas y esta perra se han hecho grandes amigos.
Me temo que se va a levantar con el bracico izquierdo dormido.