Lejos quedan ya los tiempos en los que para montar una buena mesa necesitabas únicamente un buen plato de comida. Las nuevas tecnologías y la aparición de los denominados foodies, personas que ponen especial hincapié en la variedad, presentación y sofistificación de las recetas, han cambiado el panorama de la restauración en los últimos años.
El témino foodtech fue definido por una revista pionera en este campo, TechFood Magazine: “Las nuevas tecnologías, especialmente las de la información están revolucionando muchos sectores. En ocasiones, con innovaciones disruptivas capaces de generar nuevos modelos de negocio o nuevos usos y costumbres. La alimentación es nuestra próxima frontera según los expertos.
Internet, los dispositivos móviles, el big data, sensores, drones, el llamado "internet de las cosas”, la cocina inteligente… las posibilidades son infinitas y se aplican a cualquier segmento de la cadena de la producción de la alimentación, desde el campo de cultivo hasta la mesa de un restaurante.”
En este sentido, toda comida que esté ligada de algún modo a un dispositivo electrónico se considera foodtech. Incluso cuando pides una simple y clásica pizza a través de una app.
Puede que todo esto nos parezca frívolo pero un nuevo estudio llamado "The Food Revolution" señala que el foodtech no es solo una forma caprichosa de enfrentarse a los alimentos: puede ser la clave para paliar la epidemia de hambruna que se prevé para dentro de unas décadas, concretamente en 2050.
Para ese año se estima que seremos casi 10.000 millones de habitantes, 3.000 más de los que somos ahora. Las consecuencias de la falta de alimentos para tanta boca aún no se notan en el llamado primer mundo, pero estamos a punto de ser alcanzados por ellas.
¿Cómo podría ayudar la foodtech en tamaño problema? De distintas maneras:
-Concienciación a la hora de comprar. Hacer la compra por internet no es solo práctico. Se ha demostrado que somos más resistentes a los caprichos innecesarios si no los tenemos en el pasillo de al lado y al alcance de la mano. Sí, estos caprichos también figuran en la web, pero solemos aguantar más su llamada ordenador mediante.
-Tecnologías de cultivo para el hogar. Llevamos plantando semillas en el suelo desde que salimos de las cuevas. Aunque podríamos creer que esta clase de tecnología no ha evoluciondo mucho en milenios, lo cierto es que sí lo ha hecho. Cada vez son más las familias, o comunidades, que se entregan a los nuevos productos en agricultura. El ahorro económico, así como el de espacio y materiales, hace posible que muchos se cultiven su propia ensalada incluso en el fulgor de una gran ciudad. La tecnología a favor de la sostenibilidad.
-Nuevos materiales. Nos hemos pasado todo el siglo XX envasando nuestra comida en plástico. Tanto, que hemos cubierto nuestros mares de el haciendo imposible la vida a muchas especies acuáticas que nos servían de alimento. La concienciación sobre materiales biodegradables, reciclaje y rechazo al plático innecesario puede ser clave en la salvación de los mares y la nuestra propia.
-No se tira nada. Existen multitud de apps que te ayudan a calcular tanto la compra que has de hacer para no desperdiciar nada como las raciones necesarias a preparar con ella según tu índice de masa corporal. Estas medidas ayudan a combatir una terrible verdad: tiramos a la basura un tercio de la comida que compramos.
Puede que la foodtech sea la salida a la crisis alimentaria o puede que solo sea una tirita en la gran herida de la falta de alimentos que está a punto de sobrevenirnos. Lo cierto es que, como habitantes de este planeta, es nuestro deber intentarlo.
Redacción COSMO
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