Este mundo se divide en dos clases de personas: aquellas que aman el frío por encima del calor y las que no pueden vivir sin su verano. Si te encuentras en el segundo grupo de personas, este gélido invierno que estamos pasando se te estará haciendo eterno, pero no te preocupes: COSMO estrena la nueva temporada de
'Beach Hunters'.
El programa nos presentará a nuevos compradores de viviendas playeras en su peregrinaje por las costas en busca de un hogar en primera línea de playa. Hoy viernes 15 podrás ver los tres primeros episodios desde las 19:16 de la tarde y comenzar así a recordar la sensación de calidez del sol y el murmullo de las olas.
Pero no todo es idílico. Comprarse una casa en primera línea de playa supone una serie nueva de problemas que no tendrás en otra ubicación.
Si te vas a lanzar a la compra de un inmueble veraniego, tendrás que conocer las desventajas que supone antes de hacer ese gasto. Así que, ¿qué problemas enfrenta una casa en la playa?
Materiales más caros
La sal y la arena son elementos corrosivos. Y si tienes una casa en la playa, te garantizamos que serán dos de los elementos más usuales de encontrar en cada rincón. Si no quieres forrar tu vivienda de alfombrillas, es obligado que lo revistas todo de materiales especiales como el suelo cerámico. Puertas y ventanas requerirán también de un cuidado especial. Incluso la pintura exterior, que se desgastará más rápidamente por su continua exposición al sol, necesitará tener una buena base de aceite o un sellador de agua.
Ventilación constante
Hablando de materiales, tus ventanas durarán más tiempo si tienen un revestimiento de PVC. Pero eso no es todo, ya que el clima constantemente húmedo de un litoral hace que el aire se cargue de partículas saladas. La solución más barata es una continua ventilación de la vivienda, procurando que sus ventanas estén abiertas la mayor parte del día. Ahora bien. ¿Y si es tu segunda residencia y no estás presente para hacerlo? O bien te preparas para la desagradable aparición de moho y humedades o instalas deshumificadores o extractores programados, lo que incrementaría mucho más el gasto.
Sorpresas ocultas
No generalizamos, pero muchas de las viviendas costeras se construyeron aprovechando el boom inmobiliario de su zona. Eso quiere decir que es más que probable que la empresa constructora se haya ahorrado cierto material aquí o cierto revestimiento acá. Muchos de estos problemas no aparecerán hasta que hayamos firmado nuestro contrato de compra y no tengamos cómo dar vuelta atrás. Asegúrate de revisarlo todo antes de hacer una inversión tan grande.
Vecinos ruidosos
Aunque cada barrio costero tiene su propio modo de vida es más que probable que durante los meses de calor se llene el vecindario de turistas que vienen a aprovechar sus vacaciones en modo fiesta total. No tendremos problemas cuando se desplacen a la discoteca de turno, pero prepárate para la música atronadora, los cantos etílicos y los after caseros hasta la tarde del día siguiente. Y cada año será diferente pues tendremos vecinos nuevos a los que habrá que explicar otra vez los límites a los que es adecuado que lleguen.
Seis meses de soledad
Quizás es exactamente lo que andas buscando, pero si no te gusta el silencio y la soledad, tener una primera vivienda en una zona playera puede ser desolador. No solo te abrumará el silencio reinante, sino que es más que probable que los negocios a los que acudes usualmente estén cerrados de octubre a abril. Lo que quiere decir que tendrás que desplazarte en vehículo para hacer las compras de cada día sí o sí.
Un zoo en casa
Entomofobia. Así se llama al miedo a los insectos y resulta que es una de las más extendidas. Como poseedores de una vivienda en la playa vamos a enfrentarnos a muchos insectos, y de muchos tipos. Es mejor que te acostumbres si no quieres vivir permanentemente en una insana nube de insecticida. Y depende de qué costa elijas para vivir recibirás la visita diaria de muchos más animalitos no deseados que pondrán a prueba tus nervios.
Comunidad de desconocidos
Muchas de las casas vecinas serán segundas residencias, por lo que nos enfrentamos no solo a la soledad, sino a un problema relacionado con nuestro bolsillo en el que no todos los compradores piensan. Debido a la ausencia de estos vecinos la decisiones que se han de tomar como comunidad se limitarán a los meses de calor y cada una de las reformas llegará a cuentagotas. Y eso no es todo: los barrios playeros son los que cuentan con más "morosos" de cuotas comunitarias. ¿Para qué van a pagar un nuevo acerado si no están presentes? Adicionalmente, ¿a quién podrás pedir prestado un poco de azúcar o entregar una copia de tus llaves por si las pierdes?
Estas son algunas de las desventajas que enfrentarás si te compras una casa en la playa. Aunque somos muchos los que pensamos que estas dificultades desaparecen si las comparamos con el principal pro de tener una casa en la playa: ¡tener una casa en la playa!
La mejor forma de conocer estos problemas es no perderte una emisión de
'Beach Hunters', y si quieres investigar aún más, no olvides que puedes ver los programas pasados gracias al servicio bajo demanda de tu operador de televisión.
