El desastre de Bijlmer es el accidente aéreo más grave de la Historia de Holanda y una de las mayores catástrofes del país
The Crash pone en evidencia las ocultaciones y negligencias cometidas por el gobierno holandés y cómo los supervivientes trataron de arrojar algo de luz sobre esta catástrofe con la ayuda de dos periodistas reales: Vincent Dekker y Pierre Heijboer. El propio Dekker ha participado en el desarrollo de la serie asesorando a Michael Leendertset.
El trabajo conjunto de los periodistas y los supervivientes, silenciados y ninguneados durante años, obligó al gobierno a revisar sus propias conclusiones en varias ocasiones. En 1998 una investigación parlamentaria reveló que la información sobre lo que había pasado exactamente con el avión había desaparecido y denunció irregularidades durante la investigación y el rescate de los restos de la aeronave.
Asimismo, el diario NRC Handelsblad señaló que el avión llevaba 240 kilogramos de materia prima para fabricar gas sarín, según parte de los documentos de carga que desparecieron tras la tragedia. También se especuló que la aeronave llevaba material bélico y otras investigaciones independientes aseguraron que se trataba de material radiactivo.
En octubre de 1993 la investigación sobre la energía nuclear de la Fundación Laka informó de que la cola del avión contenía uranio empobrecido para equilibrar el centro de gravedad del aparato, al igual que todos los aviones Boeing 747 en el momento, dato que no fue conocido durante el rescate y la recuperación de los restos del avión.
El relato oficial de las autoridades holandesas, que el avión solo transportaba perfume, flores y piezas de ordenadores, choca con la crisis sanitaria que estalló cuando algunos de los supervivientes y miembros de los servicios de rescate comenzaron a enfermar. Dolencias respiratorias, insomnio, problemas estomacales y dolor o malestar general fueron los síntomas más frecuentes. Algunas hipótesis señalaban que estas patologías demostraban que el avión debía transportar un cargamento militar químico a bordo. Además, nunca se recuperó la grabación de voz de la cabina, la caja negra que registra las conversaciones de los pilotos, algo inusual en los desastres aéreos en tierra.
Mientras los protagonistas buscan la verdad se ponen a prueba continuamente: ¿Seguimos siendo lo bastante objetivos? ¿No estamos creando nuestra propia realidad? Estas preguntas son más pertinentes que nunca en esta era de pensamiento conspiranoico, noticias falsas y ataques a la prensa. También llevaremos a nuestro público a la trastienda política de La Haya, donde los hechos se tergiversan en beneficio político. En última instancia, adoptamos una postura como creadores, sin edulcorarla. Este es el poder de la ficción histórica.
Y a través de todo ello discurre el corazón de la serie: la historia de los habitantes de Bijlmer, que aún viven con las decisiones que nuestro gobierno tomó en su momento. Nuestra misión es hacer de su historia parte integrante de la trama, sin perder de vista el sufrimiento. El barrio de Bijlmer debería reconocerse en nuestra serie dramática: estas personas estaban, y aún están, luchando por obtener respuestas, igual que Asha, Vincent y Pierre.
Estreno en COSMO: lunes 26 de junio a las 22:00 horas
Redacción COSMO
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