Los expertos son muy claros ante las bondades de hacer el deporte diario por la mañana, tanto por motivos sociales, psicológicos como puramente físicos. En concreto, a primera hora de la mañana es la mejor opción o la preferida de los entrenadores deportivos y una de las que mayores ventajas presenta para obtener los mejores resultados.
El deporte por la mañana afianza la rutina
La
fuerza de voluntad es una de las fuerzas más importantes que el ser humano tiene, pero también de las más complicadas de sostener en el tiempo. Convencerse a uno mismo de lo que hay que hacer y mantenerlo en el tiempo es materia complicada para muchas personas, que necesitan una motivación extra para centrarse en su propósito.
Hay que recordar que la fuerza de voluntad está asociada al cumplimiento de metas que no resultan sencillas, por lo que hay que entender que muchas veces se nos haga complicado o cuesta arriba. Pero por suerte, los expertos señalan que establecer rutinas a primera hora de cada día, afianza este compromiso que nos asegura cierta regularidad.
El deporte por la mañana quema más grasas
Entrenar en ayunas según nos levantamos de la cama cada día permite quemar un 20% más de
grasas, independientemente de la cantidad de calorías que uno ingiera cada día en función de su dieta habitual.
Los científicos señalan que es algo demostrado empíricamente y que resulta muy efectivo en las rutinas deportivas pensadas para perder peso o simplemente mantenerse.
Es muy sencillo de entender ya que cuando entrenamos de buena mañana y antes de desayunar, nuestro organismo va a quemar y tirar de la reserva de grasa acumulada, mientras que si entrenamos después de desayunar probablemente sólo consumiremos la glucosa tomada en el desayuno durante la primera media hora de entrenamiento y luego un poco de la reserva de grasa tras ese tiempo.
Es un horario sin complicaciones
La mayor parte de la gente que se apunta a alguna actividad deportiva guiada, suele preferir ir por la tarde noche, normalmente después de las ocho, y aunque en principio pueda parecer una buena hora al final del día, lo cierto es que la mayoría de los que comienzan con ganas lo dejan por motivos varios asociados principalmente al agotamiento acumulado de la jornada cumplida.
Mientras que programar la actividad por la mañana entre las siete y las ocho, nos permite estar con la pila recargada, probablemente con ningún compromiso social o laboral a la vista en ese arco horario. Por lo que nos aseguramos poder hacer nuestra rutina sin complicaciones ni obligaciones del día a día, que a esa hora es raro estén pautadas.
Disminuye el estrés
El ejercicio a cualquier hora mejora los estados de tensión nerviosa y estrés, aunque probablemente si lo practicamos por la tarde noche sólo nos calmará un ratito para luego volver a reactivarse en la mañana, por lo que realizar deporte bien temprano, nos asegura un día menos estresado, o por lo menos, mucho más tranquilo.
Las endorfinas son grandes aliadas a la hora de conseguir un estado de relajación plena, y mientras entrenamos conseguimos que nuestro organismo secrete esta hormona, por lo que si lo hacemos por la mañana, contaremos con este aporte para toda la jornada, con el consiguiente beneficio que ello supone para nuestro estado de salud general, y de ánimo.
Mejora la concentración y la energía vital
La mayor parte de la gente que entrena por la tarde noche, suele levantarse cansada al día siguiente y necesita un plus de cafeína para arrancar o comenzar el día con cierta energía y ánimo, incluso después de dormir toda la noche. Por lo que el resultado y beneficio del entreno queda disminuido ante el evidente agotamiento matinal.
Por el contrario cuando entrenamos por la mañana el organismo se activa al momento, y aunque lógicamente toda rutina implica cierto agotamiento, la recuperamos con facilidad y logramos mantener a lo largo de toda el día una sensación plena de energía renovada que hemos logrado con el deporte realizado al comenzar el día.
Dormiremos mejor
Precisamente muchas personas afirman que entrenar por las noches les ayuda a dormir, y aunque es cierto ya que el cansancio de la jornada, sumado al entrenamiento de final del día incide sobre la relajación muscular, mejora la circulación y por ende induce el sueño de forma plácida y agradable, que nos permite descansar toda la noche.
Pero sucede lo mismo si tu elección de hora para hacer deporte es la mañana, ya que comenzamos con un plus de energía que iremos gastando a lo largo de la jornada, de forma progresiva, hasta llegar a la cama rendidos y listos para descansar toda la noche y dormir como bebés, sin dar vueltas ni costarnos conciliar el sueño.
Reduce las ganas de comer
Recuerda siempre que el desayuno es capital en la dieta humana, no es considerada la comida más importante del día por casualidad, y es tan vital entrenar como desayunar bien y de forma equilibrada, evitando bollería industrial, panes con mucha azúcar refinada y otros alimentos procesados repletos de calorías y con poco valor nutricional.
Los expertos indican que hacer las rutinas de ejercicios por la mañana reduce el apetito para todo el día, por lo que esto supone un ayuda importante a la hora de acompañar y contribuir a dietas con las que estamos intentando perder algo de peso o unos kilos de más, ya sea por prescripción médica, o por autodisciplina.
Mejora el metabolismo general
La práctica regular de ejercicio regula muchos procesos del organismo, en especial al sistema endocrino, responsable de las hormonas, entre otras cosas, al igual que de los
ritmos circadianos, encargados de oscilaciones en las variables biológicas que se dan a lo largo del tiempo. En ambos, el deporte realiza una función de colaboración y orden.
Dicho de otra forma, cuando nuestros ritmos circadianos saben que el despertador va a sonar, nuestro organismo, si somos de los que practican deporte regularmente, enviará la orden al sistema endocrino para comenzar la activación del organismo antes hasta de que suene el primer ring del detestable despertador cada mañana de día laborable.
Sensación plena y mejora de estado de ánimo
No cabe duda que conseguir las metas que uno mismo se propone es sinónimo siempre de alegría, celebración, y estado de bienestar en el que nos sentimos realizados ante la culminación de un reto. Esto es algo que va en las dos direcciones, te sientes mejor y te ves mejor y al contrario, a más deporte te ves mejor y eso te hace también sentirte mejor.
Hay que recordar que un estado de salud pleno implica salud física y mental, y sin ambas la ecuación quedaría incompleta o coja, ya que las dos se retroalimentan como un gran todo dividido en dos áreas que resultan capitales en el funcionamiento de nuestro organismo, dentro de parámetros de equilibrio que nos brindan salud.
Una de las mejores horas del día
Si eres de los que madruga, ya sea para ir al trabajo o para entrenar, que es el tema que hoy nos ocupa, sabrás a buen seguro que esa hora es de las más hermosas de todo el día. Acompañar al amanecer, ver la primera luz del sol de la mañana, ver el rocío nocturno en las hojas y las flores, son un regalo añadido para aquellos que deciden hacer deporte en la calle a esas horas.
Eso sí, no olvides siempre consultar a tu médico si en tu caso en particular es conveniente hacer ejercicio diario, e incluso si te va bien a una hora u otra, ya que no todo el mundo responde igual ante los mismos protocolos o rutinas deportivas, por lo que para salir de dudas y estar tranquilos, esta pequeña pregunta te asegura hacer lo correcto.
AnaGT
AnaGT Creativos; información cultural, ciencia, salud y curiosidades. Comprometida con una comunicación fresca y significativa basada en noticias y temas de actualidad de las mejores y más fiables fuentes.
