Cómo tener unas cejas perfectas

Si hay algo que cambie con las modas, eso son las cejas. No hace mucho las depilábamos hasta dejarlas en una línea fina, y en cambio ahora tenerlas marcadas es un must. Tanto es así que estamos viendo entre las modelos cejas pobladas y aparentemente despeinadas (¡siempre aparentemente! Si os fijáis bien, están muy cuidadas y no sobra ni un pelito).

¿Significa eso que podemos descuidarlas y dejarlas que nazcan desaliñadas y a su antojo? Todo lo contrario. Y es que ahora las cejas se llevan muy marcadas para reforzar la mirada, pero esto tiene su técnica, y no vale dejarlas tal cual. Hay algunas claves básicas que deberás tener en cuenta para tener las cejas perfectas. ¡Apunta!

1. Depilación. Que no se lleven finas no significa que no haya que depilarlas. Ahora se respeta la forma y grosor original de la ceja, pero sigue siendo indispensable quitar esos pelitos rebeldes que se salen del arco de la ceja y que quitan amplitud a la mirada. ¡Y qué decir de los del entrecejo! Esos tienen que estar fuera.
Además, si prestas atención a la imagen, verás que la ceja debe tener tres puntos: principio, arco y final. Si tu ceja es demasiado recta, tendrás que hacer un pequeño truco para encontrar estos puntos. Coge un lápiz y colócalo junto a la aleta de tu nariz de tal manera que haga una línea que pase por el lagrimal del ojo hasta el nacimiento de la ceja. Tu ceja debe empezar ahí. El punto del arco de la ceja lo encontrarás cuando coloques el lápiz desde la aleta de tu nariz hasta la parte más externa del iris. El final de tu ceja, cuando el lápiz pase en el extremo del ojo. Verás esto más claro en la imagen.
De todas formas, si eres nueva en la depilación de cejas, te recomendamos que primero vayas a un centro para que veas cómo te lo hacen. Muchos sitios tienen precios muy económicos, y te dejarán perfecta en cuestión de minutos. Consulta tu opción favorita: con pinzas (¡de toda la vida!), con cera (¡cuidado, pieles sensibles!) o con hilo.

2. Recorta tus cejas. Los pelitos de las cejas suelen ser bastante largos, y eso hace que se despeinen durante el día y que sea difícil domarlos. Por eso, deberás recortarlos un poquito mientras los peinas hacia arriba con un cepillito. ¡No te preocupes si te equivocas! Vuelven a crecer, y además muy rápido.

3. Peina tus cejas. Hazte con un peine para cejas y péinalas bien. Hasta el arco, deberías peinar los pelitos hacia arriba, y desde allí hasta el final, hacia abajo.

4. Fíjalas. Puedes utilizar un gel fijador (los hay de distintas marcas y precios, así como los hay transparentes y otros que aportan un poquito de color), pero cuida que no deje un efecto mojado como la gomina, porque es poco natural. También puedes utilizar cera especial para cejas, que se aplica con brocha.

5. Maquíllalas. Con lápiz o con sombra, eso va según gustos. Pero es importante que escojas un marrón que se parezca al tono natural de tu ceja. No intentes ponerlo más claro, ni más oscuro, porque no conseguirás cambiar el tono a tus cejas y se notará que están pintadas. No se tiene que notar mucho. Sólo rellena las zonas poco pobladas y defínelas. Hazlo dando pequeños trazos, poquito a poco, como si dibujases pelitos. Así, quedará más natural.

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