¿Haces dieta y no adelgazas? Tenemos al culpable

No entiendes nada. Comes verduras, proteína y frutas, dices no a los azúcares y a los hidratos, haces deporte, y nada, que no adelgazas. Tranquilo, tenemos al culpable con nombre y apellido: alimentos procesados.

La Universidad de Georgia en un reciente estudio ha revelado que los emulsionantes añadidos artificialmente a muchos alimentos procesados interrumpen la acción de las bacterias en nuestro tracto intestinal, haciendo que nuestro cuerpo sea capaz de acumular grasa más fácilmente. Estos ingredientes alteran la flora bacteriana pudiendo incluso ser la causa de enfermedades como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn. Y es que casi el 90% de nuestros sistema inmunológico funciona gracias a esta flora intestinal, de ahí que si los emulsionantes producen un desequilibrio no solo en nuestro peso sino también en nuestro estado de salud.

Estos emulsionantes sirven para retrasar la caducidad de los alimentos de tal forma que no altere su sabor ni textura, pero son seriamente perjudiciales para la salud. Y ahora te preguntarás, ¿qué alimentos contienen estos emulsionantes artificiales? Muchos. Demasiados.

Los alimentos procesados tienen muchas formas y manifestaciones, no tienen por qué ser necesariamente la comida rápida o precocinada, para nada. Estos emulsionantes se encuentran en ese pan integral que comes y crees que es de lo más saludable, en la margarina, en los lácteos desnatados, carnes bajas en grasas, galletas 0% materia grasa, etc. Por ejemplo, cereales, galletas integrales, carnes con poca grasa y que apenas requieren preparación... Estás ingiriendo una gran cantidad de emulsionantes y eso es lo que está provocando sin tú saberlo que acumules más grasa en tu organismo.

Una vez detectado el problema, vamos con la solución. ¿Cómo podemos evitar consumir alimentos procesados?

1. ¿Alimentos frescos y sanos pero con una fecha de caducidad muy lejana? No, gracias. Contienen algún tipo de emulsionante para alargar su vida fijo. Por mucha opción saludable que sea el alimento en cuestión, si tiene una fecha de caducidad lejana, no la consumas.

2. Los alimentos procesado tiene un equivalente no procesado. Nada de alimentos que vengan envasados en una bandeja; aunque tengas que esperar a que te lo preparen, es mejor comprar en el mercado y que el carnicero o el pescadero te prepare tu pedido al momento. Así podrás consumir alimentos que te gustan (véase hamburguesas o nuggets) sin emulsionantes, conservantes y colorantes.

3. Prohibidas las máquinas de vending y envasados. Las frutas y verduras hay que consumirlas enteras y no embolsadas o troceadas. Piensa en una manzana, que se oxida en cuestión de minutos cuando la cortamos.

4. Nada de precocinados. Un plato completo con su guarnición y todo, listo en 1 minuto. Como los milagros no existen, tampoco en la cocina, así que pregúntate qué sustancias contendrá algo que no necesita ninguna preparación y que lleva meses en la estantería del supermercado con su mismo aspecto y textura. Hay que cocinar, pero no hace falta tardar horas ni preparar platos extremadamente elaborados para que sea rico y saludable. 

5. Vuelve a los orígenes. Haz la compra como la hubiera hecho tu abuela hace 40 años: vuelve al mercado tradicional, llévate tu propio carro, no compres comida envasada y preparada...