El trabajo, las obligaciones, los estudios, las facturas... Lamentablemente la
vida moderna que nos ha tocado vivir puede en ocasiones acabar con nuestros nervios. Es por ello que cada vez más personas presentan síntomas de sufrir
ansiedad.
La ansiedad es un conjunto de respuesta que podemos sufrir
tanto a nivel físico como a nivel psicológico y que está ligada a emociones como el miedo, la ira, la tristeza o la felicidad.
Es la manera en que nuestra mente y nuestro cuerpo
intentan adaptarse para salir adelante. Se estima que el 20% de la población mundial sufre de ansiedad, aunque las cifras siguen subiendo debido al
ritmo de vida moderno.
Los
síntomas que podemos presentar son muy variados y van desde la dificultad al respirar, las náuseas, sensación de desmayo inminente, taquicardias, vértigos, espasmos musculares, dolores... Los
ansiolíticos han probado ser bastante efectivos, pero pueden crear adicción, por lo que, en la medida de lo posible, es mejor reservarlos como último cartucho. Antes de recurrir a ellos, podemos probar con algún
remedio natural como los siguientes;
Infusiones; existen diversas hierbas que pueden ayudarnos a controlar nuestra ansiedad.
La tila, el lúpulo, la lavanda o la manzanilla están especialmente recomendadas. Podemos tomarlas en el momento en que empezamos a sentirnos ansiosos. Algunas de estas hierbas llevan usándose miles de años para tratar a personas que presenten los síntomas.
Ejercicio; moverse regularmente puede ser bastante efectivo. El ejercicio influye a nuestro
estado físico por un lado, relajándonos y haciéndonos más saludables, y por otro lado a nuestro
estado mental, ya que practicarlo de una manera regular eleva nuestra
autoestima y estaremos más preparados para lidiar con los pensamientos negativos que pueden derivar en un ataque de este tipo.
Un baño; una ducha, o preferiblemente sumergirnos en una
bañera de agua caliente, han resultado ser métodos muy efectivos para calmarnos. En el caso del baño, podemos optar por usar
sales de baño o aceite de lavanda. En el agua, nos será más fácil controlar nuestra respiración y la acción de las sales calmará nuestro estado anímico.
Terapias corporales; podemos controlar nuestra ansiedad si aprendemos más de nuestro cuerpo. Para ello, disciplinas como el yoga, el qi gong, el tai chi, el reiki, la meditación, los masajes o incluso la acupuntura, se usan para
controlar nuestros niveles de ansiedad tanto a nivel físico como psicológico.
Comida; la alimentación nos puede ayudar de
dos maneras bien distintas. En la primera, la utilizaríamos
en el mismo instante en que sufrimos un ataque. Los frutos secos o alimentos ricos en azúcar, como el chocolate, ayudarían a equilibrar nuestro cuerpo a corto plazo. La segunda manera en la que nos ayudarían sería más a
largo plazo, por lo que deberíamos
regular nuestra dieta añadiendo harina integral, una selección cuidada de carnes y pescados y alimentos ricos en
folato y fitonutrientes como los guisantes, los espárragos, el aguacate, el nabo o el zumo de naranja.
Es posible que la ansiedad sea
uno de los males de nuestros días, pero con algo de planificación y pensamiento positivo podemos llegar a vencerla.
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Vía
Redacción COSMO
Noticias escritas por el equipo de redacción de COSMO.