Los alimentos más adictivos

¡Dios mío no puedo parar de comer! Seguro que alguna vez te ha pasado, que estás comiendo algo que te encanta y no puedes dejar de comerlo, nunca te sacias. Pues bien, todo esto tiene una explicación, a continuación te contamos cuáles son los 5 alimentos más adictivos y por qué:

Chocolate. El chocolate tiene una gran cantidad de sustancias químicas que influyen en varios receptores neuronales, desde sustancias similares a los cannabinoides de la marihuana a compuestos similares a las anfetaminas. Su principal acción es energizante y estimulante, por su contenido en cafeína y teobromina, pero también puede calmar la ansiedad por ser rico en hidratos de carbono y grasas vegetales, y evitar la depresión gracias a la feniletilamina, una sustancia que provoca la misma sensación que el enamoramiento.

Queso. Después del chocolate, el queso es uno de los alimentos que más adictos produce. Los lácteos son uno de los alimentos imprescindibles en la alimentación diaria, pues nos aportan proteínas de alta calidad y calcio, y a pesar de su contenido en grasas saturadas, cada vez hay más estudios que demuestran que la leche ayuda a mantener el peso, y que las personas que no toman lácteos tienen más grasa corporal. Curioso, pero es que la leche no es sólo grasa, el calcio de la leche y algunas sustancias como el CLA (ácido linoleico conjugado) que contiene la leche de las vacas alimentadas con pasto natural, ayudan a eliminar la grasa y a prevenir la obesidad.

Doritos. Este popular snack tiene una composición que hace que el consumidor no perciba un solo sabor, sino que llegue a percibir varios. Cuando los alimentos tienen menos de un sabor dominante, la sensación de saciedad es menor, por lo tanto tenemos la necesidad de ingerir más y más cantidad. Además, los doritos contienen glutomáto monosódico, una sustancia adictiva utilizada para aumentar el apetito y potenciador del sabor.

Palomitas microondas. Las palomitas del microondas son mucho más adictivas que las que comes en el cine o de una bolsa, ¿pero por qué? Resulta que los envases de este tipo de palomitas contienen diacetil y pentanodiona, dos componentes que se disipan en el aire gracias a las altas temperaturas y envían señales a nuestro cerebro para que ansiemos comer las palomitas.

Azúcar. Este es uno de los grandes enemigos y es que el azúcar promueve la liberación de endorfinas, las cuales tienen efectos opiáceos. Así lo determinó un experimento realizado con ratas, gracias al que se estableció que este elemento es potencialmente adictivo. De acuerdo al director del estudio, el doctor Bart Hoebel, esto se postuló luego de que los roedores a los que se les quitó el azúcar experimentaran Síndrome de Abstinencia; típico síntoma de las adicciones.