Recuerdo perfectamente cuando llegó a mi peluquería por primera vez. Estaba terminando de peinar a una señora y la vi en el reflejo del cristal. Una
chica resultona con una gorra chulísima ladeada. Y pensé
¡Menos mal que alguien se atreve con los sombreros este invierno! Porque no es muy habitual verlos en la vida cotidiana y, como me encantan, siempre me llaman la atención.
Me despido de mi anterior clienta y cuando me dispongo a saludar a la chica de la gorra… descubro que no era una elección de moda, era una crisis vital. Elena, que así se llamaba, tenía las lágrimas arrollando por sus mejillas a penas un minuto después mientras nos contaba el desastre que había sufrido en otra peluquería apenas diez días antes de su boda.
Un corte de pelo excesivo y desafortunado en la técnica había dejado a Elena llorando desconsolada porque no podría tener el tipo de recogido que quería.
Hizo falta mucha conversación, alguna que otra extensión y mucha tila para solucionar aquello… pero lo solucionamos.
Por suerte a día de hoy los profesionales del cabello disponemos de una cantidad increíble de postizos, extensiones, rellenos y demás trucos de magia para lograr algún que otro imposible con un efecto natural y elegante.
Si estás planeando tu boda y has sido víctima de algún destrozo con tu melena no sufras. Apresúrate a contactar con un verdadero profesional e informarte sobre las soluciones que hay para tu melena y tu recogido en particular.
Redacción COSMO
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