Tras doce años de su ruptura con David Bisbal, Chenoa rompe su silencio y cuenta todos los detalles de cómo el cantante terminó su relación después de tres años.
Bisbal y Chenoa se han convertido en una de las parejas que aún después de romper siguen dando que hablar y es que los fanáticos de los extriunfitos vivieron con mucho énfasis esta noticia. De hecho siempre han animado a la expareja a que retomen su amor. Quizá por no conocer realmente cuál fue su motivo de su fin. Algo que ha desvelado por completo la cantante, jurado de ‘Tu cara me suena’ y ahora escritora en su libro autobiográfico ‘Defectos perfectos’. Así cuenta Chenoa como comenzó lo que para ella fue “el peor día de su vida”.
“Una semana antes de regresar de su viaje, David me envió un ramo precioso con una nota que decía algo así como 'Ya llego'. Yo seguía flotando en mi nube de amor y flores blancas, cómo no iba a hacerlo”, cuenta. Hasta aquí todo parecía ir sobre ruedas, pero lo que no esperaba Chenoa es que Bisbal le pidiera un tiempo y que en realidad fuese un para siempre. “Cuando regresó, yo estaba trabajando y, al volver a casa, me lo encontré con la maleta hecha. 'Tengo que pensar, necesito tiempo, mejor lo dejamos'".
La cantante confiesa que no le preocupó mucho su decisión porque “ya había pasado otra vez y él volvió al poco tiempo, arrepentido y con las cosas claras: Él me quería. Y punto”. Sin embargo, tras varios días, la dura realidad le golpeó sin esperarlo. “Unos días más tarde, alguien me llamó por teléfono. No soy capaz de recordar quién fue. 'Pon la tele'. Allí estaba David, en una rueda de prensa en Caracas, encantado de la vida, diciendo que no estaba con nadie”, afirma la cantante. Estas declaraciones de Bisbal fueron “como balas en el pecho (…) Aquello tenía que ser una broma de mal gusto, pero no: era el peor día de mi vida", comenta Chenoa.
La cosa no quedó aquí. Al parecer David Bisbal quiso evitar cualquier tipo de contacto con la cantante y no solo cambio de número de teléfono, sino que pidió a su hermana que hablase con Chenoa para que empaquetara todas sus cosas. “Le llamé y una voz contestó que aquel número no correspondía a ningún usuario. Él no estaba con nadie y el teléfono no era de nadie. Volví a marcar. Nada". "Quería morirme. Llamé a su hermana. Vaya papelón, la pobre. Me dijo que lo entendiera, que no me podía dar el número nuevo. Había cambiado de teléfono. Fue devastador". “Me llamó la hermana de David y me dijo que vendrían de una empresa de transportes a dejar unas cajas para que metiéramos sus cosas dentro. ¡Ah, por cierto… cuidado con los premios! ¡Sus putos premios! Recuerdo a mi madre mirando aquellas cajas que nosotras debíamos montar, toda aquella ropa que nosotras debíamos doblar y todos aquellos premios que debíamos tratar con cuidado. Otra madre lo habría tirado por la ventana sin ningún miramiento. Y que lo recogiera el mismo señor que vino a buscar su coche, pero ella no es así”, añade Chenoa.
Redacción COSMO
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