Taylor Swift es un perfecto ejemplo de
evolución del estilo de una estrella sin perder las coordenadas básicas de sus inicios. Las ganas de pasarlo bien siguen ahí… pero todo lo demás ha mejorado mucho.
Cuando Taylor Swift se subió a los escenarios sus largos y rubios rizos eran su sello. Sin embargo, en los últimos años ha ido probando diferentes tipos de peinados hasta llegar a su actual 'bob'. Desde sus inicios siempre tuvo el look de “vecina de al lado” con sus vaqueros lavados, deportivas y melena suelta. Después evolucionó a la “vecina country de al lado” con todo un repertorio de sombreros que desaparecieron cuando en 2006 salió "Tim McGraw" y acudió a la ceremonia Country Music Television Awards y ya no volvieron más (¡por suerte!).
Cuando acudió en ese mismo año a los BMI Country Awards, Taylor se presentó en la alfombra roja musical con un vestido-joya de cocktail negro que muchos consideran el inicio de una nueva era mucho más brillante en todos los sentidos y cada vez más alejada del estilismo country. En mayo 2007 en los ACM Awards su recogido con ondas fue una declaración de intenciones chic que ha ido cumpliendo gala tras gala, video tras video.
No se le podía poner una pega. El recogido se adaptaba a la perfección a la ocasión, a sus facciones y al vestido. Los accesorios eran del tamaño idóneo para dar armonía a su cara y el maquillaje de los ojos estaba en la justa medida para indicarnos que Taylor se había hecho mayor de la mejor manera posible.
De ahí en adelante todo fue mejorar y empezar a ganar Grammys cada media hora. Su estilo dentro y fuera de las alfombras rojas es noticia y, cuanto más lo simplifica, más acierta. Sus mil estilos en videos como Shake it Off o Blank Space me encantan.
Elegante siempre hasta el máximo. De todos los cortes que ha ido probando creo que el 'bob' largo que luce en Shake it Off es, con diferencia, el ideal para ella. Con ese ligero flequillo de lado muy marcado y con movimiento en el resto de la melena lisa se adapta a la perfección a su volumen y fisonomía. Por otro lado también le permite hacerse recogidos siempre que quiera.
A partir de 2010 sus rizos fueron perdiendo intensidad y la empezamos a ver cada vez más con ondas y lisos completos. El cambio de volumen fue muy considerable y un gran acierto. Taylor es una chica esbelta y con su nueva melena el conjunto de su figura parecía más armonioso. En ocasiones anteriores sus rizos tenían un largo y volumen excesivos para ella que no le quedaba tan bien. Pero cambiar no ha significado perder. Swift sigue fiel a sus accesorios para el cabello aunque cada vez los elige mejor y, con el cambio de imagen le favorecen más.
Felicidades Taylor por tantos aciertos y por tanta buena música que nos llena de buen rollo y ganas de bailar con el bote de laca en la mano.
¡Shake it off! ¡Ah! ¡Ah!… ¡Shake it ooooooofffff!
Redacción COSMO
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